En el momento de escribir estas líneas se me ocurren muchas desgracias que pasan por el mundo en estos tiempos que merecen también mi atención y los cuales me apenan, pero permitirme que me centre en ese país que tanto amo y en el cuál he pasado tan buenos momentos, Nepal, un país maravilloso y con gente encantadora.
Son múltiples los recuerdos que se me vienen a la mente, y cada vez las preocupaciones son más, estuve la última vez en Diciembre de 2013, y note que había subido bastante la población en Katmandú, mucha gente vivía en chabolas, al ser un país tan pobre y agrícola la emigración a la capital es cada vez mayor para intentar sobrevivir con los ingresos del turismo, que son muchos, esta gente ahora está volviendo a sus maltrechas aldeas huyendo de una ciudad en ruinas, se destruyó todo su patrimonio cultural, palacios, pagodas, templos. Lo peor presiento será lo que está por venir, ya que pasará mucho tiempo sin poder ir los turistas, su principal modo de supervivencia, mi corazón está con ellos.
Namaste
Precioso reportaje, captando el interior, la verdad es que las desgracias siempre les toca a los más humildes, Un Abrazo