Una de las mayores sorpresas que me he llevado en mis viajes a sido presenciar un funeral de los Toraja en la Isla de Sulawessi, Indonesia.Indonesia es el archipiélago más grande del mundo. Comprende 17.508 islas de diferentes dimensiones, de las que solo 6.000 están habitadas. Situado entre Asia y Australia, esta bañado por los océanos Indico y Pacifico. Una de las principales islas es Sulawesi (antes Islas Célebes) del tamaño aproximado de Gran Bretaña.
Música étnica Toraja

En la parte meridional de la isla entre escarpadas montañas y fértiles valles, viven unas tribus aisladas conocidas como los Toraja. Una curiosa tribu con costumbres muy particulares, lo primero que llama la atención son sus casas, estas se asemejan a una embarcación, parece ser que debido a que sus antepasados vivían en barcos varados en tierra.

Todas sus tradiciones son muy peculiares, pero sin duda los funerales se llevan la palma, para el Toraja el funeral es la celebración mas importante de su «vida», es una ceremonia espectacular llena de alegría con danzas,cánticos y sacrificios de animales, una de las particularidades que mas llaman la atención es que después de un fallecimiento se realiza una sencilla ceremonia familiar en la que se lleva a cabo el embalsamiento del difunto, luego se le guarda en su ataúd en la misma casa y ademas se le lleva rigurosamente agua y comida cada día, así hasta que la familia a reunido dinero suficiente para costearse el gran funeral ,concretamente el que visitamos llevaba 7 meses fallecido.,las honras puede durar desde 4 días hasta una semana.

Había viajado a Indonesia con mi amigo Juan, llegamos a la Isla procedentes ya de otras islas, Java, Borneo y Bali, allá nos esperaba un simpático guía que hablaba algo de español, eramos solo los tres mas algún conductor ocasional, después de unos días recorriendo el paraíso que es Sulawessi propusimos la visita a un funeral Toraja, era la época buena, habían terminado las cosechas y se aprovecha para hacer los famosos funerales.
De camino nos paramos a una tienda a comprar tabaco, seria nuestro presente para la familia del difunto, la costumbre dice que todo invitado debe de llevar un regalo, el mas común suele ser un cerdo, en elgúna ceremonia han llegado al millar de estos animales, los cuales se sacrifican en el mismo lugar en presencia del fallecido.

La religión tradicional de los Toraja esta basada en el chamanismo, el culto de los antepasados y la veneración a un panteón de espíritus y a un dios creador.

Al llegar salieron algunos familiares a recibirnos y muy amablemente nos ofrecieron te, les dimos nuestros regalos y fuimos invitados a presenciar la ceremonia, había una gran multitud de gente, desfiles de mujeres portando presentes , otras ofrecían te a los invitados , coros de hombres cantando , otras mujeres golpeaban unos troncos para moler arroz de forma rítmica y que daba una cierta solemnidad al ritual.

Entre cánticos y danzas se sacrificaba a los cerdos y de algún que otro búfalo, estos son criados especialmente para estos sacrificios, cada búfalo tiene su cuidador que lo mima lo engorda y lo lava a diario, este día muy orgulloso lo presenta ante todos los asistentes.

El sacrificio del búfalo se hace con un certero golpe en el cuello del animal, bueno, alguno vi que no fue tan certero, tengo imágenes algo escabrosas al respecto, puse la opción ráfaga a la Nikon F4 (gran cámara) y pille algunas imágenes muy fuertes, pensé que mejor no las subo. La cantidad de búfalos sacrificados depende del poder adquisitivo de la familia del muerto, estos se pagan realmente caros, al terminar el entierro las astas se colocan orgullosamente en la fachada de la casa.

Todos estos animales, búfalos y cerdos, son despedazados y asados allá mismo, dejan una parte a la familia, otra parte para comer los asistentes y algo se llevan a casa también, se come acompañado de tuak, o vino de palma, y arroz.

Muy curiosa la forma de cocinar el cerdo, se corta en pequeños trozos, se condimenta con gran cantidad de hierbas y se introduce en cañas de bambu, se tapa por el extremo y se deja encima del fuego, al ser verde este no se quema, en unos minutos se saca del fuego el bambú, unos golpes a un extremo y sale la carne completamente cocida, a decir verdad la probé y era muy sabrosa, en cambio el vino de palma no me convenció.

La vestimenta de los familiares era muy colorida y cuidada, ocupaban una especie de palco presidiendo todo el ceremonial, era una verdadera fiesta , todo el mundo estaba muy alegre.

Estuvimos 2 días de los 4 que duro este funeral, siempre había algo que ver, nadie se aburría, y por fin el ultimo día de la celebración los ataúdes son enterrados en profundos nichos de las cuevas de las colinas.
Fuera de las cuevas se encuentran unos balcones excavados y esculpidos en las rocas donde se colocan los tau tau, figuras de tamaño natural de los fallecidos fabricadas en madera, estas figuras deben parecerse al máximo al fallecido.

A pesar de conocer la existencia de estos rituales quede sorprendido por su fastuosidad y al mismo tiempo por el cariño de toda la gente, no había mas extranjeros que nosotros dos, esto hacia que nadie se alborotase y que al rato de estar con ellos ya nos considerasen unos mas de ellos. Son experiencias que nunca se pueden tener si se viaja en grupo.

Este viaje a Indonesia fue mi último viaje con cámara analógica, La Nikon F4 a pesar de tener ya la Fujifim S3 digital, no me fié al visitar un país tan cálido, los zooms 24-85 y un 70-200 f4 ( rara avis), diapositivas Fuji Provia 100 y 400, por lo que estas fotos son escaneadas, no me lleve trípode y luego me arrepentí.
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La zona de los Toraja en Sulawessi:
Uau, quina meravella!