Cuando ya pensaba se me habían agotado las oportunidades de viajar este invierno, me surgió la oportunidad de hacer una escapada de una semana a Marruecos, que para mi siempre sera el mas cercano de los grandes viajes, aprovechando que ya conocía el País me apresure a reservar  una de estas ofertas que suelen prodigar en estas fechas invernales y aquí estoy, el programa es vuelo y estancia una semana en  Marrakech,

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bueno, mi idea es alquilar un coche y recorrer  otras zonas apareciendo de nuevo por el hotel un día antes de regresar a España, es un sistema que ya lo pusimos en práctica hace unos años en Túnez y nos funciono de maravilla

Y aquí estamos, mi amiga Ingrid y unos entrañables amigos ingleses, Keith y  Joan, para estos es todo un descubrimiento esta viaje. La primera y obligada visita en Marrakech es la famosa plaza de Jemaa el Fna, un lugar único, trovadores, artistas callejeros, dentistas, adivinos, encantadores serpientes, mercados de frutas, frutos secos, plantas, y además una infinidad de puestos de comida, cada uno  con una especialidad diferente, que decir tiene que para el fotógrafo es todo un filón, eso sí, la gente ya está muy espabilada y la foto será  a cambio de algunos dírham.

Después de disfrutar una noche de los platos típicos en la plaza, la próxima etapa será el inmenso Zoco, un lugar para perderse, que dicho sea de paso es lo que suele ocurrirle al visitante, es imposible recordar las callejuelas y plazoletas de semejante bazar, colores, muchedumbre, olores, ruido, toda una experiencia. Ya conocía el lugar y, para fotografiar, esta vez me decidí por llevar solo un 20mm. fijo, creo el resultado será bastante bueno, además de no abultar casi nada, tiene gran abertura , muy luminoso y buena calidad, a ver el resultado al llegar a casa, que nunca me fio mucho de los portátiles, y más de estos modernos tan pequeños ¡!

Y por fin hoy salimos de la ciudad, el hotel es bastante céntrico, esto unido a la circulación propia del lugar, no me gustaba nada la idea de ponerme al volante por lo que  decidí que saldríamos a primerísima hora antes que  las ordas tomasen las calles, así lo hicimos, desayuno a las 6,30 y  con el GPS debidamente programado de antemano no hemos tenido ningún problema.  El destino era Ouarzazate , fascinante ciudad en las puertas del desierto que nos recibió con un autentico diluvio, nos a sorprendido el ver como los nativos no alteraban para nada  su ritmo con el agua, como si no se mojasen. Amabilísima la gente, hemos dado con un hotel encantador no muy lejos de la espectacular Kasbah de Taourirt, donde decenas de guías se nos han ofrecido, hablando todos los idiomas conocidos, en cuando se les dice que ya has estado varias veces desisten rápido, es la única forma que conozco, bueno, otras veces me ha dado resultado soltándoles alguna parrafada en Mallorquín, ahí los dejo medio despistados.

Bueno, ya me despido por hoy, buena velada gastronómica de nuevo, pocas fotos hoy, mañana salimos para Agadir, espero por el camino tener oportunidad de llenar la tarjeta de memoria, a ver como se nos da, son unos 350 km.

Hasta pronto ¡!

Toni

Cronicas de Marruecos y 2